Vamos a preparar unas pechugas de pollo que les van a encantar a tus invitados, es importante señalar que esta receta de pollo es dulce.
Esta receta requiere pocos ingredientes:
- 3 filetes de pollo delgados
- 2 cucharadas de aceite de oliva (puede ser de maíz o de canola)
- 1 dientes de ajo picado en trocitos (o en su lugar 1/2 cucharada de ajo en polvo)
- 2 cucharadas de mantequilla sin sal
- 1 cucharada de salsa inglesa
- Perejil o cilantro al gusto
- Harina de trigo, es la que se usa para hacer pan
- Sal
- Pimienta molida
- 1/2 cucharada de miel de abeja natural (si no tienes miel, 1 cucharadas de azúcar morena)
Primero lavamos muy bien las pechugas, luego vamos a quitar el exceso de agua, el objetivo es que queden limpias y secas. En seguida vamos a ponerles un poquito de sal y pimienta por ambos lados.
En un recipiente tiramos harina suficiente y vamos a cubrir completamente las pechugas, esto nos va a ayudar para que queden con una textura doradita. Si no tienes harina de trigo, puedes espolvorear las pechugas de pollo en un poquito de fécula de maíz, comúnmente conocida como maicena.
En una sartén vamos a agregar una cucharada de aceite de oliva, si no tienes aceite de oliva, puedes usar el que tengas a la mano. Embarramos el sartén con el aceite, lo calentamos a fuego medio y agregamos las pechugas previamente cubiertas de harina.
Es importante que la temperatura sea a fuego medio para que no se quemen las pechugas y se cocinen por dentro. Recordemos que el pollo, siempre tiene que estar bien cocido para evitar la salmonela.
Así que vamos a cocinar a fuego medio, hasta que agarre un color más doradito. A veces pasa que una pechuga es más gruesa que la otra y tenemos que moverlas para un cocinado parejo.
El paso siguiente es, agregar las dos cucharadas de mantequilla y mientras se va derritiendo, agregamos los dientes de ajo. Cuando los ajos estén sofritos con la mantequilla, agregamos la salsa inglesa y en seguida la miel de abeja.
Seguimos cocinando a fuego medio y vamos bañando las pechugas con el jugo de nuestro guiso. Recuerda que la miel se quema rápido, así que vamos a seguir cocinando hasta que el guiso espese.
Una vez que nuestro pollo esta doradito, vamos a agregar el perejil y si no tienes, puedes poner cilantro. Enseguida apagamos el fuego, luego tapamos el pollo y lo dejamos reposar 10 minutos.
Al momento de servir, puedes añadir jugo del guiso, y a un lado, unos trozos de perejil para una mejor presentación del platillo.
Este pollo lo puedes acompañar con verduras al vapor, con espaguetis salteados o incluso con puré de papas.
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