Estos son algunos cuentos literarios que hablan de la importancia de los alimentos en el plato del buen comer. Cuentos cortos de la importancia de alimentarse sanamente.
El señor que vendía frutas
Había una vez un agricultor que tenía un puesto de frutas. El señor estaba triste, puesto que nunca vendía frutas y verduras frescas. La gente prefería la comida chatarra y la comida basura abundaba en la ciudad.
Luego de un tiempo, los hospitales estaban llenos de personas enfermas, la gente no tenía energía para trabajar y los niños ya no salían a jugar.
Sin embargo, el señor y su familia estaban sanos y fuertes. Les preguntaron por qué ellos no se enfermaban y respondieron que coman frutas y verduras.
Las personas se dieron cuenta de que necesitaban volver a una alimentación saludable y entonces volvieron a comer frutas y verduras.
A los pocos días, se fueron curando sus malestares y los niños jugaban nuevamente con sus amigos. Las frutas habían sido como mágicas para todos los habitantes de pueblo y esa experiencia les sirvió para entender que no deben abusar de la comida chatarra.
Así que el señor que tenía el puesto de frutas estaba muy feliz porque iban a comprar los productos que cosechaba. Todos en la ciudad estaban tan contentos de estar en forma y sanos.
Las poderosas lentejas
Había una vez un grupo de tres amigos llamados Los androides que amaban aprender y eran estudiantes brillantes.
Tenían dos compañeros llamados Sebastián y María, que tenían bajas calificaciones y batallaban mucho para aprender. Sebastián y María querían saber el secreto oculto de Los Androides para ser tan inteligentes y sacar buenas calificaciones.
Un día, a la hora de recreo, Sebastián notó que Los Androides comían algo en su almuerzo. Despistadamente, se acercó y vio que era algo que su mamá le preparaba, pero él no lo quería comer porque prefería la comida chatarra.
Sebastián y María se preguntaron si esto podría ser la razón por la que no podían concentrarse en clase. Decididos a descubrir el secreto de Los Androides, se acercaron a ellos para preguntarles qué comían todos los días.
Fue entonces cuando Los Androides les contaron sobre las poderosas lentejas, y cómo estas les ayudaban a mantenerse concentrados y a tener éxito en la escuela.
Sebastián y María nunca habían probado las lentejas antes y estaban un poco escépticos. Pero, como estaban decididos a mejorar sus calificaciones, decidieron darle una oportunidad. Al día siguiente, en lugar de llevar comida chatarra, llevaron una porción de lentejas en su lonchera.
Con el tiempo, Sebastián y María comenzaron a sacar mejores calificaciones en la escuela y a sentirse más seguros en sus habilidades de aprendizaje. De esta forma, Sebastián y María aprendieron que la alimentación juega un papel importante en su capacidad para aprender y tener éxito en la escuela.
Quien robo las zanahorias del huerto de Lupita
Lupita se despertó un día con la sorpresa de que alguien había robado algunas zanahorias de su huerto. Después de revisar el área, encontró huellas de conejo alrededor de la zona. En lugar de enojarse, Lupita decidió investigar quién había sido el ladrón.
Puso una trampa con algunas zanahorias en el huerto, y al día siguiente, encontró atrapado a un pequeño conejito. Sin embargo, en lugar de castigar al conejo, Lupita decidió hablar con él y entender por qué había robado sus zanahorias.
El conejito resultó ser muy inteligente y explicó que las zanahorias eran su comida favorita, y que a veces tenía dificultades para encontrar suficientes para alimentarse a él y a su familia. Lupita se sintió conmovida y decidió enseñarle más sobre las verduras y cómo cultivarlas.
Juntos, pasaron tiempo en el huerto, hablando sobre las distintas variedades de verduras y sus beneficios para la salud. Lupita le enseñó al conejito cómo cultivar sus propias zanahorias, y cómo cosecharlas correctamente. Al final del día, el conejito y Lupita se habían convertido en amigos.
Desde entonces, Lupita siempre dejaba algunas zanahorias extra para el conejito, y él siempre estaba dispuesto a ayudarla en el huerto. Lupita incluso le regaló algunas semillas para que pudiera cultivar sus propias verduras en su madriguera.
Gracias a Lupita, el conejito aprendió sobre la importancia de una alimentación saludable y el cultivo sostenible, y juntos demostraron que la amistad puede surgir de la forma más inesperada.